La marca personal es un activo fundamental para mejorar la autoestima y, con ello, el desempeño laboral. Según Velásquez-Arana et al. (2017), construir una marca personal sólida permite a los profesionales reconocerse como agentes competentes y destacar en un entorno altamente competitivo, lo que aumenta su autoconfianza para afrontar retos y lograr mejores resultados en su trabajo. Esta autovaloración alimenta la motivación intrínseca y la resiliencia, aspectos clave para el desarrollo profesional.

Además, al fortalecer la autoestima mediante la gestión de la imagen personal, el individuo no solo mejora su productividad sino que también genera un impacto positivo en sus relaciones laborales, facilitando la colaboración y el liderazgo efectivo (Velásquez-Arana et al., 2017). De esta forma, la marca personal no es solo una estrategia de visibilidad, sino un motor para el crecimiento y la eficacia profesional.

Cuanto mas conectemos y seamos conscientes de nuestra marca personal, mas oportunidades tendremos de mejorar nuestro bienestar y generar un impacto positivo en las interacciones con nuestro entorno.

Ejercicio sugerido:

Tómate 5 minutos para responder a esta pregunta en un cuaderno o documento digital: ¿Cuáles son tres fortalezas personales o profesionales que me hacen único y valioso en el trabajo?

Después, intenta compartir una de estas fortalezas verbalmente con un compañero o durante una breve reunión.