Promover la creación y desarrollo de la marca personal en estudiantes y profesores representa una ventaja estratégica para las universidades, pues potencia la **visibilidad institucional** y mejora la **reputación académica** a nivel nacional e internacional.

Cuando estudiantes y profesores comunican sus fortalezas, logros y valores, se genera un efecto multiplicador que eleva la presencia de la institución en medios, redes profesionales y espacios de investigación.

Instituciones que apoyan el desarrollo de marca personal suelen atraer más talento, becas y colaboraciones estratégicas puesto que su comunidad proyecta dinamismo, innovación y autenticidad.

Además, inculcar estas competencias fomenta el desarrollo personal  y profesional dentro del campus, creando un ambiente de empoderamiento, motivación y cultura de excelencia.

Las universidades deberían crear una estrategia cuyo foco sea implementar programas, talleres y recursos que permitan guiar a su comunidad en el diseño de marcas personales auténticas, logrando así un posicionamiento más competitivo y sostenible en un mundo globalizado. Esto es un escenario ganar – ganar Considero que las instituciones no pueden ser más que la suma de las marcas personales de las personas que la integran. Instituciones que invisibilizan a profesores y estudiantes que transcurren sus días desde el anonimato, repercute en un impacto nulo en la sociedad.

Por otro, te pregunto:  en quién confiarías/confìas en una institución o en una persona? Te invito a que reflexiones en tus experiencias anteriores, más allá de que las instituciones son importantes, quienes construyen o no confianza y disminuyen o aumentan la percepción de riesgo, son las personas. Esas personas son las que establecen los puentes que transitaremos. El papel de las instituciones es seleccionar a las personas adecuadas que contribuirán a la transcendencia institucional